martes, 31 de marzo de 2015

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Los consejos administración de CaixaBank y Barclays aprueban el proyecto de fusión


Los consejos de administración de CaixaBank y Barclays han aprobado hoy el proyecto de fusión por absorción de la segunda por parte de la entidad catalana, que adquirirá los derechos y obligaciones.

La operación, sujeta y condicionada a la pertinente autorización del Ministerio de Economía y Competitividad, conllevará la integración operativa total de BARCLAYS (BARC.LO)en CAIXABANK (CABK.MC) según ha informado la entidad catalana en un comunicado.

Los clientes de Barclays, que no necesitarán realizar ninguna gestión, tendrán acceso a todos los canales con los que cuenta CaixaBank, así como a la red de oficinas y de cajeros.
Barclays Bank S.A.U. era filial al cien por cien de CaixaBank desde el pasado 2 de enero, cuando la entidad presidida por Isidre Fainé cerró la compra del negocio de Barclays en España por un importe de 820 millones de euros.

La fusión implicará la extinción de Barclays Bank S.A.U., como sociedad absorbida, y la transmisión de su patrimonio a CaixaBank, como sociedad absorbente, que adquirirá los derechos y obligaciones de la primera.

CaixaBank ha señalado que prevé llevar a cabo durante el segundo trimestre de este año la integración tecnológica y operativa de Barclays Bank S.A.U. en la entidad catalana, siempre y cuando se consigan las autorizaciones legales.

Los productos cambiarán de numeración, aunque la operativa de domiciliaciones, cobros y pagos no se verá afectada por este cambio, con lo que los 550.000 clientes de Barclays no tendrán que realizar gestión alguna.

Además, los clientes podrán operar a través de Línea Abierta, la banca online de CaixaBank, con las claves y la tarjeta de coordenadas que actualmente utilizan para entrar en la banca electrónica de Barclays.

Cuando se produzca la integración, las 261 oficinas de Barclays Bank S.A.U. en España se integrarán en la red de CaixaBank, que cuenta actualmente con más de 5.000 oficinas.
EFE

lunes, 30 de marzo de 2015

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Entrevista a Isidro Fainé


Al presidente de CaixaBank le cuesta mucho enumerar los principales cambios vividos por el sector financiero en las últimas tres décadas. No es para menos, ya que se trata de una industria que se ha transformado de arriba abajo. Lo que sí tiene claro Isidro Fainé (Manresa, Barcelona, 1942) es que esta evolución ha estado marcada por el cliente, la tecnología, la competencia y el nuevo entorno regulatorio. “Hace años, en banca, la gran preocupación del empleado era cuadrar la caja diaria. Para nosotros lo fundamental es que cuadre la agenda comercial", asegura.
Pregunta. ¿Cuáles son los cambios más relevantes de La Caixa desde 1985?
Respuesta. Somos el resultado de 110 años de historia en los que hemos llevado a cabo ya 78 integraciones, 79 cuando finalicemos la operación de Barclays. Primero nos consolidamos como una entidad multiproducto y nos convertimos en un supermercado financiero. Después vino la expansión geográfica por España. En los años noventa llegó la gran fusión con Caixa de Barcelona y un gran despliegue de tecnología e informática. Y fue a partir del año 2000 cuando iniciamos la estrategia de diversificación por negocios mediante la segmentación y especialización. En estos últimos años hemos asistido a una verdadera transformación de la entidad para adaptarnos a las nuevas exigencias del marco regulatorio y competitivo europeo. Nos hemos afianzado como la primera entidad financiera en el mercado español: nuestra cuota de mercado ha pasado del 10% a algo más del 15% en solo 4 años.
P. ¿Qué opinión le merece la de­saparición de las cajas de ahorros?
Veremos fusiones en la UE. Los bancos españoles parten de una sólida base en este escenario
R. Las cajas tenían, y tienen, grandes virtudes, como sistema de inclusión financiera y de elevada vinculación del sector financiero con el territorio. Sin embargo, al permitir su expansión en igualdad de condiciones que los bancos, y al entrar en competencia directa con ellos, esta crisis económica puso de relieve algunas insuficiencias. Por un lado, se trataba de entidades que, en caso de necesidad, no podían acudir con facilidad a los mercados de capitales para captar financiación. Por otro lado, al no ser entidades cotizadas y, también, por la presencia del sector público en algunos casos, su gobierno corporativo no siempre fue el más apropiado. Con la crisis financiera sistémica se detuvo el ciclo alcista, y la corrección posterior ha sido más acentuada que la expansión inicial. El valor de los activos ha llegado a caer hasta un 50% y el capital necesario en el sector se ha multiplicado por 3,5 veces. En este contexto tan complejo, solo han sobrevivido las entidades que, con suficiente masa crítica, se rigieron por los principios de profesionalidad, prudencia y buen gobierno.
P. ¿Cómo ha cambiado La Caixa a raíz de la bancarización?
R. En los últimos siete años y medio las adaptaciones, en un contexto muy complicado de grave crisis económica, han sido continuas. Y, a pesar de ello, ha sido un periodo en el que hemos seguido creciendo, sumando clientes, negocio y accionistas. Con esta última reorganización hemos reforzado nuestra actuación en todos los ámbitos: el financiero, el empresarial y el social. Nuestro plan estratégico 2015-2018 prevé que seamos un grupo financiero líder en España y uno de los grandes de Europa.
P. ¿Cree que ha terminado la reconfiguración del sector financiero? ¿Es positiva tanta concentración?
R. En un tiempo récord hemos pasado de 55 a 15 grupos financieros. El sector ya ha realizado la gran transformación que debía afrontar. Nunca se había realizado una reconversión semejante en un plazo de tiempo tan reducido. Pero no sería acertado afirmar que ya está todo hecho. Lo importante es que el mapa financiero español sea más sólido, estable y eficiente. Creo que el resultado es positivo.
P. ¿Existen posibilidades de concentración bancaria en la Unión Europea y de que CaixaBank participe en ellas?
R. Sin duda, veremos operaciones de concentración en la UE, ya las estamos viendo y algunas protagonizadas por entidades españolas. Gracias al gran saneamiento del sistema financiero español, los bancos parten con una sólida base para jugar en este escenario. En CaixaBank estaremos atentos a las oportunidades que se puedan presentar. Recientemente hemos presentado una opa sobre el banco portugués BPI, del que ya controlábamos el 44,1%, respetando su autonomía y al equipo directivo.
P. El sector vive un cambio de modelo que supone pasar de ampliar la red de oficinas a consolidar la banca digital, ¿cuál es la posición de CaixaBank en este tema?
R. CaixaBank se ha distinguido por combinar ambos modelos: una amplia red de oficinas, la más extensa del mercado español, y un fuerte desarrollo tecnológico que permite al cliente acceder a todos los productos y servicios desde cualquier lugar y en todo momento gracias a los dispositivos móviles. Tenemos más oficinas que la media europea, pero mucho más pequeñas y con menos empleados. Y con una estructura del 6% de la plantilla en servicios centrales, por debajo de esa media.
P. La Caixa constituyó Criteria, primero como un holding de participaciones industriales y luego para comprar participaciones en entidades financieras internacionales. ¿La vocación es reducir el peso industrial y centrarse en el negocio financiero?
R. Cuando Criteria CaixaHolding salió a Bolsa, en 2007, las participaciones industriales y de servicios suponían el 83% de la cartera y el negocio financiero el 17%. Entonces se insistió en que la intención pasaba por aumentar el peso financiero. Y se consiguió. Cuando CaixaBank salió a Bolsa en 2011, el porcentaje de consumo de capital de nuestra cartera de participadas minoritarias, tanto industriales como bancarias, era del 24%, mientras que ahora se encuentra en el 16% (11% banca y 5% industrial). Por lo tanto, ya hemos reducido 8 puntos más nuestro consumo de capital. Y nuestra ambición es reducirlo por debajo del 10%, es decir, un tercio más durante los próximos 4 años, que se combinará con un crecimiento del negocio bancario.
P. La crisis ha generado desconfianza sobre el negocio bancario, ¿cómo cree que puede recuperarse?
R. Sin duda, la crisis financiera ha mermado la confianza en el sector bancario. En este negocio, dependemos de la confianza del cliente, de la relación con su entidad bancaria y con el empleado de la oficina. Por ello, es básico restaurar la confianza ya que sin ella no hay negocio. El reto en CaixaBank es situarnos como líderes en confianza.
P. ¿Cuándo cree que volverá a fluir crédito en España?
R. El sistema financiero español ha iniciado un nuevo ciclo que se refleja en el crecimiento de las nuevas operaciones de crédito. Tenemos señales positivas y esperamos que el crédito para el conjunto del sector se estabilice en 2015, tras caer más de un 6% el año pasado.
P. ¿Qué expectativas de negocio tienen para este año, plagado de citas electorales?
R. Es cierto, este año será muy intenso desde el punto de vista político, con diversas citas electorales. Existen diversos factores, como los bajos tipos de interés, la depreciación del euro o el ciclo de la vivienda que apoyarán el crecimiento y ayudarán a que surjan nuevos proyectos que necesiten financiación. El aumento del volumen de negocio deberá servir para recuperar cotas sostenibles de rentabilidad, uno de los retos pendientes de las entidades españolas.

lunes, 16 de marzo de 2015

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Fainé explica a 1.500 directivos de Caixabank el plan estratégico,les insta a volcarse en el cliente, y les avisa de que la regulación y los bajos tipos de interés condicionan el negocio

Fainé avisa de que la regulación y los bajos tipos de interés condicionan el negocio
La cúpula de Caixabank reunió ayer a en Barcelona a 1.500 directivos de la entidad procedentes de toda España para presentarles el plan estratégico del grupo para el periodo 2015-2018. El presidente del banco, Isidro Fainé, y su «número dos», Gonzalo Gortázar, explicaron a su equipo y su red las líneas maestras de esa estrategia, entre cuyos objetivos principales está el de cuadruplicar su rentabilidad. Ahora bien, también advirtieron de los condicionantes y riesgos, tanto regulatorios y financieros como demográficos y de nuevos hábitos de consumo, a los que se enfrenta su cumplimiento.
En concreto, Fainé explicó durante la Convención Anual de Directivos del grupo celebrada ayer en Barcelona que a pesar de la recuperación económica y del volumen de negocio bancario, «los tipos de interés», dijo, «se mantendrán muy bajos», lo que sin duda supone un reto a la hora de incrementar los márgenes. Además, el banquero señaló que «la presión regulatoria continuará siendo intensa, la revolución digital ganará traccción y los procesos sociodemográficos induciarán cambios graduales en las necesidades y demandas de los clientes».
«El entorno que nos aguarda es mucho más benigno que el que dejamos atrás, pero no está exento de riesgos o de posibles cambios radicales impulsados quizá por los clientes, la tecnología, la competencia o el nuevo entorno regulatorio», advirtió Fainé en un acto celebrado en el Palacio de Congresos de Cataluña y al que acudieron 1.500 directivos de toda clase, desde los miembros del comité de dirección hasta los 17 directores territoriales del banco y directores de oficina.
El presidente de la entidad recordó que la meta del plan estratégico, presentado hace dos semanas en Londres ante analistas, es convertir a Caixabank en los próximos años en una entidad líder en confianza y alcanzar una rentabilidad sostenible por encima del coste del capital.
La tercera entidad financiera del país aspira a multiplicar su rentabilidad por cuatro en los próximos tres años, situándola entre el 12% y 14% a partir de 2017, y a mejorar en cinco puntos, del 15% al 20%, la cuota de mercado en recursos de clientes e inversión crediticia en los cuatro ejercicios del plan.
Para ello, el banquero catalán, implícitamente, hizo un evidente llamamiento al esfuerzo comercial por parte de su red. «Sin confianza no hay negocio», dijo Fainé, alentando a los suyos a volcarse en la relación con el cliente, instándoles a ofrecer «un trato excelente y los productos y servicios más adecuados a sus necesidades», entre otras cosas. «Queremos estar cerca de los clientes, aprovechar todas las horas del día para estar próximos a ellos, listos para satisfacer sus necesidades cuando quieran», insistió. «Es por tanto vital la planificación comercial, orientada al negocio y a los resultados», dijo.

Compromiso social

Ya en la presentación pública del plan estratégico hace dos semanas Fainé confió en que esa ganancia de «confianza reforzará el potencial comercial». Ayer, antes esos 1.500 directivos, fue un paso más allá y centró otra parte de su discurso en el papel y el modelo de liderazgo que precisamente deben asumir los directivos ante esos retos. Y en ese sentido Fainé insistió en recordar a esos directivos el hecho diferencial de La Caixa, pese a la concentración y bancarización sufrida por el sector en los últimos cinco años a raíz de la crisis.
«En Caixabank hemos sido distintos y queremos seguir siéndolo», dijo, recordando el impacto social que genera la entidad, tanto directamente, a través de sus servicios financieros, como indirectamente, con su obra social.
http://www.abc.es/economia/20150314/abci-caixabank-convencion-directivos-faine-201503132100.html

Caixabank, Plan extratégico 2015 - 2018

miércoles, 11 de marzo de 2015

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Novo Banco-Caixabank. Con esas pérdidas, Fainé no comprará el antiguo Espirito Santo


  • Los números rojos del ‘rescatado’ banco luso ascienden a 467 millones en sus primeros cinco meses de vida.
  • Caixabank está entre los interesados en comprarlo, incluso después de la OPA sobre BPI, si encuentra sinergias con el opado.
  • Sabadell y Banco Popular exigen una rebaja del precio (2.500 millones) o no irán a puja alguna.
  • El presidente de Novo Banco, mientras, prefiere hablar de rentabilidad para la venta, evitando el precio que vale.
  • Lo único que logra, de momento, es corregir la masiva fuga de depósitos de la entidad.
Son varios los bancos españoles que han mostrado su interés por hacerse con Novo Banco, el antiguo Banco Espirito Santo (BES), hoy en subasta pública. Ahora bien, entre los inconvenientes sobrevuela especialmente uno, el precio excesivamente alto elevado de la puja: 2.500 millones de euros. Mientras tanto, Novo Banco ha presentado resultados, que no son precisamente para tirar cohetes; más bien, lo contrario. En sus primeros cinco meses de existencia, desde agosto, ha perdido 467 millones de euros y ha tenido que provisionar 699 millones para sanearse antes de la venta, prevista para el verano. Pero con esas credenciales, no está en las mejores condiciones para exigir en eso del precio y, paradójicamente, eso da ‘alegrías’ a los pujantes si se traduce en un coste menor.
Los españoles BBVAPopularSabadellCaixabank y Santander tienen sobre la mesa la información sobre el proceso de venta contenida en el cuadernillo (Teaser) que publicó a finales de año el Banco de Portugal. Son conscientes de que Novo Banco es una pieza clave para controlar la banca portuguesa. Pero a nadie se le escapa que el candidato más probable también por descarte es Caixabank, que preside Isidro Fainé (en la imagen), incluso después de lanzar suOPA por Banco Portugués de Investimento (BPI), el cuarto por activos después de Caixa Geral de DepósitosNovo Banco y BCP. BPI, por su parte, también está en la puja por Novo Banco.
El presidente de Novo Banco, Eduardo Stock da Cunha, sin embargo, pasó de puntillas este lunes, al informar de los resultados, de la cuestión crucial: el precio. Sus objetivos, de momento, están en aumentar la rentabilidad para elevar su venta. Lo tiene difícil, pues admite que los beneficios no llegarán hasta 2016. No obstante, Stock da Cunha tiene a favor de sí haber contenido la fuga de depósitos de la entidad, aunque no parece suficiente. En los dos meses posteriores al ‘rescate’ se le fueron 2.000 millones de euros, que consiguió corregir en el último trimestre de 2014 con la captación de 4.200 millones.
Caixabank era uno de los aspirantes más claros para hacerse con Novo Banco y sigue siéndolo, a pesar del aparente giro de 180 grados que implica su operación para controlar la mayoría del BPI (ahora tiene el 44,1%). De hecho, si Caixabank comprara también Novo Banco completaría la red bancaria a la que aspira en Portugal. Sería el resultado de una fusión de ambos, que daría lugar al primer banco portugués.
Tanto el Popular como el Sabadell coinciden en que la operación de compra de Novo Banco es muy compleja. El presidente del Popular, Ángel Ron, lo dejó claro en enero al presentar los resultados de 2014 del banco. Confirmó que habían mostrado interés por la entidad cuando así se lo pidió el Banco de Portugal, pero que la operación no les interesaba, entre otras cosas, porque apenas crearía sinergias entre las dos entidades. Quedan Santander y el BBVA. ¿Les interesa? En cualquier caso, más al primero que al segundo, que está de retirada en el país. Quedó claro cuando anunció, en noviembre, el despido del 25% de su plantilla en el país, donde se centrará, dijo entonces, en el segmento de gama alta y grandes empresas, un modo como otro cualquiera de justificarse cuando un banco va mal. Con el Santander puede ocurrir lo mismo, pero por otras razones. Ya controla el quinto banco portugués, su filial Totta.
Todo depende, en cualquier caso del precio de compra de Novo Banco, que vira a la baja con los últimos resultados. Si el precio es bajo será una perita en dulce para todos. En la puja, además de entidades españolas, están también la gestora americana Apollo y también interesa a China. Fue precisamente una empresa financiera de ese país, Haitong, la que compró en agosto Banco Espirito Santo Inversión -la división especializada del BES en inversión- por 379 millones de euros. En la puja aparecen el Bank of China y el grupo Fosun, uno de los mayores grupos industriales y de inversión chinos.
Rafael Esparza
http://www.hispanidad.com/Confidencial/novo-banco-caixabank-con-esas-prdidas-fain-no-comprara-el-antiguo-esp-20150310-168766.html

martes, 10 de marzo de 2015

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CCOO negocia a contrarreloj su permanencia en el consejo de CaixaBank

El sindicato quiere pactar la continuidad de su único representante antes de la junta de accionistas del mes que viene
La alternativa pasaría por trasladar la presencia de los trabajadores al holding Criteria


Comisiones Obreras (CCOO) acelera este mes de marzo las conversaciones con la dirección de CaixaBank para conservar su puesto en el consejo de administración del banco. La intención del sindicato se centra en alcanzar un acuerdo antes de la junta de accionistas del banco prevista para el próximo abril. El mandato de la única representante sindical que queda en el consejo, Dolors Llobet, concluye precisamente en esta junta. CCOO ha podido conservar hasta el momento uno de los tres puestos que atesoró hace tiempo en el máximo órgano de gobierno del banco, pero los cambios en el sector en 2014, con la desaparición del modelo de cajas, han provocado que la presencia sindical en la cúpula de CaixaBank tenga los días contados.
Dolors Llobet, representante sindical en La Caixa desde 1986, es miembro del consejo de administración de Caixabank desde 2009, cuando sustituyó a Manel García Biel, que ocupó el puesto los 10 años anteriores. Llobet también es consejera de las sociedades del grupo Nuevo Micro Bank y de la aseguradora Vida Caixa. Además, es consejera en la sociedad gestora de aparcamientos Saba, participada igualmente por el grupo.
La entidad que preside Isidre Fainé formalizó en la asamblea del 22 de mayo de 2014 su último acto como caja de ahorros, para dar paso a la creación de la fundación bancaria La Caixa, el nuevo paraguas del que cuelgan las participaciones industriales, la obra social y el negocio financiero de CaixaBank. Todos estos cambios, amparados en la nueva ley de cajas de finales de 2013, significaron el final de la participación de CCOO en la toma de decisiones del consejo, que ha quedado en manos de los accionistas. La fundación bancaria La Caixa controla a través del holding Criteria una participación cercana al 56% de CaixaBank (considerando la transformación de todos los productos convertibles en 2017), estando el resto en manos de pequeños tenedores de acciones. Criteria CaixaHolding también cuenta con el 100% de las participaciones en empresas como Gas Natural, Abertis, Saba y Vithas. Telefónica y Repsol dependen, por el momento, de CaixaBank.

La opción de Criteria

Las mismas fuentes indican que la negociación entre CCOO y la cúpula del banco pasa por la amortización del puesto en el consejo de CaixaBank, su mantenimiento, o bien una tercera posibilidad: trasladar la representación sindical al consejo de Criteria, el hólding que agrupa las participaciones de La Caixa, en el que Dolors Llobet no se sienta actualmente.
A principios de julio del año pasado, el máximo órgano de decisión de Criteria se redujo de 20 a 17 miembros, incorporando tres vicepresidencias en Alejandro García Bragado, Javier Godó (Grupo Godó) y Salvador Gabarró (Gas Natural). El presidente de la compañía de hemoderivados Grifols, Víctor Grífols, entró como consejero. Esta remodelación no tuvo en cuenta ninguna representación sindical, ni tampoco la de otros estamentos como las corporaciones locales que habían formado La Caixa durante más de 100 años de historia.
En cualquier caso, la intención de CCOO pasa por retener un mínimo de representatividad donde sea posible, teniendo en cuenta que el modelo ideal que plantea el sindicato es el sistema alemán del consejo de vigilancia, una especie de comité de sabios que vigila las grandes líneas maestras a seguir. Y precisamente, sólo con seguir el ejemplo de Erste Bank, una de las entidades financieras participadas por Caixabank, sería suficiente. El banco austriaco cuenta con un consejo de vigilancia con participación sindical.

La sombra de las tarjetas 'black'

Las intenciones de CCOO en CaixaBank se han visto ensombrecidas por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia. El sindicato llegó a proponer la expulsión de los consejeros que utilizaron las tarjetas ‘black’, ampliando posteriormente el debate sobre la conveniencia de mantenerse en los órganos de gobierno de estas entidades financieras. El pasado miércoles, el Consejo Confederal extraordinario del sindicato aprobó un código de conducta que aumenta el control interno y que fijará “normas que limitarán la aceptación de regalos o de beneficios de empresas con las que colaboran los miembros del sindicato”, según afirmó el secretario general, Ignacio Fernández Toxo.
Los sindicatos concentraban hasta hace tres años más de 50 miembros en los consejos de administración de las cajas desaparecidas, lo que en algunos casos suponía unos ingresos elevados para las organizaciones sindicales en concepto de dietas y de asistencia a las reuniones. Actualmente sólo quedan los ejemplos de CaixaBank y KutxaBank. En el caso de la entidad catalana, su representante cobró en 2014 un total de 246.000 euros por su pertenencia al consejo y a las distintas filiales. Esta cantidad, un 18,2% superior a la de un año antes, se ingresa directamente en las arcas del sindicato.
La hegemonía de CCOO en La Caixa se ha mantenido prácticamente inalterada desde 1990, después de la fusión con Caja de Ahorros de Barcelona. En las elecciones de noviembre de 2014, fue el sindicato más votado, con 10.884 sufragios, aunque en número de delegados, SECPB contabilizó un total de 311 sobre los 295 de CCOO. CaixaBank ha mantenido un elevado ritmo de adquisiciones durante la crisis. La última de ellas, la compra de parte del negocio de Barclays, que ha acarreado el despido de 975 trabajadores. Y la actividad no para, porque el centro de interés se ha trasladado a Portugal, donde la entidad española ha planteado una opa sobre el BPI, del que ya es accionista de referencia.
http://www.eldiario.es/economia/CCOO-negocia-contrarreloj-permanencia-CaixaBank_0_364663949.html

domingo, 8 de marzo de 2015

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CaixaBank crea un consejo asesor de banca privada

VENGAN INVENTOS A SOBRECARGAR LA EFICIENCIA, PORQUE CLARO A TODOS ESTOS SEÑORES/AS HAY QUE PAGARLES.



Integrado por 15 miembros, cuenta entre ellos con Esther Alcocer, Cristina Garmendia, Claudio Aguirre, Pedro Solbes y Salvador García-Atence.

La apuesta de CaixaBank por ser un jugador significativo en el negocio de banca privada, de los que más crecimiento está experimentando y donde se están centrando las principales entidades financieras nacionales, se ve no solo en la adquisición de Barclays España, cuya integración plena en el grupo se producirá el próximo mes de mayo. También en la decisión de constituir un consejo asesor específico cuya primera reunión tuvo lugar el pasado miércoles y que está formado por los principales responsables de esta área de negocio de la entidad y por 10 miembros de prestigio y reconocimiento profesional que puedan aportar al desarrollo de este negocio.

El consejo asesor está integrado por distintas personalidades no vinculadas a Caixabank: Esther Alcocer Koplowitz, presidenta de FCC; Cristina Garmendia, ex ministra de Innovación y en la actualidad accionista de Genetrix, empresa que fundó en el año 2000, y de Corporación Financiera Alba; Antonio Hernández-Gil, catedrático de Derecho Civil y exdecano del Colegio de Abogados de Madrid; Carlos Martínez Campos, ex presidente de Barclays España; Claudio Aguirre, ex-responsable de Merril Lynch España y consejero de Bankia hasta el momento de su intervención; Fernando Barnuevo, experto financiero que ocupó distintos puestos de responsabilidad en JPMorgan; Francisco Belil, ex consejero delegado de Siemens España hasta su jubilación en 2012; Marcelino Oreja, exministro de Asuntos Exteriores y expresidente de FCC; Pedro Solbes, exresponsable de Economía con los gobiernos socialistas y, hasta la actualidad, miembro del consejo de Barclays España, y Salvador García Atance, fundador y ex máximo responsable de Asesores Bursátiles hasta su venta a Morgan Stanley.

Junto a ellos formarán parte del consejo asesor distintos directivos de CaixaBank vinculados a la actividad comercial y específicamente a los segmentos de banca privada y personal: Juan Antonio Alcaraz, director general de la entidad; Juan Gandarias, director territorial de Madrid; Víctor Allende, responsable de banca privada y personal; Juan Llamas, con estas responsabilidades en la zona de Madrid; y Javier Estrada, responsable de estrategia de inversión de banca privada y personal. Este foco en el área de Madrid se debe a que el grueso de la actividad de Barclays España se concentraba en este territorio y se busca que la integración no genere salidas de clientes.

Crecimiento

CaixaBank tenía a finales de 2014 más de 44.000 clientes con más de medio millón de euros de patrimonio y gestionaba 50.000 millones de euros, con una cuota de mercado del 13%. Esta cifra de negocio se alcanzó gracias a un crecimiento del 11% el último año. La incorporación de Barclays España supondrá un crecimiento de 4.000 personas en el número de clientes y un aumento de cuota de mercado en 2,6 puntos.

http://www.expansion.com/2015/03/06/empresas/banca/1425675822.html